Comparto mi homenaje en sesión del día 13 de septiembre de
2017 al CACIQUE VALENTÍN SAYHUEQUE, al conmemorarse 114 años de su
muerte.
El cacique Valentín Sayhueque recluido en la Colonia 16 de Octubre, con
él desaparece el último monarca indígena, que sintiéndose argentino,
prefirió entregarse antes de huir a tierras extranjeras.
“Su historia es muy particular porque Chocorí, su padre, y él, tenían
un proyecto muy interesante que podemos decir que es un anticipo de la
interculturalidad dado que, Sayhueque -esto está registrado- defendía la
argentinidad. Está registrado porque que su herquén se llamaba
Loncochino, era un muchacho que había sido educado por salesianos,
escribía muy bien, y la diplomacia de Sayhueque era llevada prolijamente
en los libros que escribía Loncochino. Y él empezó una verdadera
diplomacia con el gobierno de Chile y con el gobierno Argentino, con el
Gral Roca, y donde postulaba en aquella época la coexistencia de dos
naciones en una misma república. El se refería a los diferentes pueblos
Huiliches, puelches...etc.
Hubo negociaciones, comerciaban, tenían
propiedades, y fue él quien tempranamente dejó la metodología de los
malones y se dedicó a cultivar la tierra y el ganado. El gobierno de
Roca lo traicionó, malamente, porque si bien alentaba su proyecto de
interculturalidad, -pero sin aviso- vino la invasión de 1898.
A
partir de ahí, fue la terrible guerra, la masacre, él fue el ultimo que
se rindió. Algunos afirman que tenía un enfrentamiento fuerte con
Purrán, porque éste prefería ser chileno, y Sayhueque prefería ser
argentino.
Lo cierto es que cuando es derrotado, él tuvo la
oportunidad de escapar a Chile, -también está registrado- y decidió
quedarse porque tenía la esperanza de negociar. El se quedó en la
Argentina por sentirse argentino.
Fue malamente traicionado,
pasaron un par de décadas, hasta que finalmente le dan un pedazo de
tierra espantosa que se llama Piedra del Sotel en Chubut, o sea, lo
sacaron de su lugar original y le dieron un pedregal, vivieron dos
generaciones de la familia Sayhueque, y lamentablemente, allá por los
´30 y los ´40 estaban endeudados con el mayorista de la zona que se
quedó con las tierras. Las pudieron recuperar hace poco, pero durante
años pasaron por la miseria, el abandono y la marginalidad.
Eso en
Neuquén no pasó ni va a pasar nunca, porque en el primer gobierno de
Felipe Sapag, conociendo estas historias de aquella época, había tal
estigmatización de los pueblos originarios que les llamaban
“reservaciones”; y para evitar eso se innovó institucionalmente y se
creó la figura de la sociedad civil, de la personería jurídica, y la
tierra se les concedió: más de 500 mil hectáreas a mas de 40
comunidades. Se les cedió la tierra a la personería jurídica de manera
de conseguir dos objetivos: respetar la propiedad comunitaria de la
tierra, y evitar que por las desgracias del capitalismo salvaje, las
pudieran perder.”
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