“En el periodo preliminar a la guerra del Malleco (1860), sucedió un episodio singular. Apareció en la Araucanía un francés con trazas de aventurero e iluminado, que se proclamó Aurelie Antoine I, Rey de la Araucanía y la Patagonia. El argumento de Aurelie I era que la Independencia de Chile no había afectado a los territorios de la Araucanía, los cuales eran independientes antes y lo seguían siendo a mitad del siglo. Por lo tanto, pensaba que le asistía la legitimidad del acto constitucional que proclamaba: “Nos, Principe Orellie Antoine de Tounens, considerando que la Araucanía no depende de ningún otro Estado; que se halla dividida por tribus y que un gobierno central es reclamado tanto en interés particular como en el orden general; decretamos lo que sigue: Artículo 1°: Una monarquía constitucional y hereditaria se funda en la Araucanía; el Principe Orellie Antoine de Tounens es designado Rey”. Sin duda hoy día se valoran más los elementos surrealistas ...