1 Feb. 1931
❋
“Las balas han escrito la última palabra en el cuerpo del reo.
El rostro permanece sereno. Pálido. Los ojos entreabiertos.
Un herrero a los pies del cadáver quita los remaches del grillete
y de la barra de hierro. Un médico lo observa.
Certifica que el condenado ha muerto.
Un señor, que ha venido de frac y zapatos de baile,
se retira con la galera en la coronilla.
Parece que saliera del cabaret. Otro dice una mala palabra.
Veo cuatro muchachos pálidos como muertos
y desfigurados que se muerden los labios; son:
Gauna de La Razón, Álvarez de Última hora, Enrique González Tuñón
de Crítica y Gómez de El Mundo. Yo estoy como borracho.
Pienso en los que se reían.
Pienso que a la entrada de la penitenciaría deberían
ponerse unos carteles que rezaran:
'Está prohibido reírse'.
'Está prohibido concurrir con zapatos de baile'.”
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